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jueves, 2 de agosto de 2018

EL LEON Y EL RATON


Después de un largo día de caza, un león se echó a descansar debajo de un árbol. Cuando se estaba quedando dormido, unos ratones se atrevieron a salir de su madriguera y se pusieron a jugar a su alrededor. De pronto, el más travieso tuvo la ocurrencia de esconderse entre la melena del león, con tan mala suerte que lo despertó. Muy malhumorado por ver su siesta interrumpida, el león atrapó al ratón entre sus garras y dijo dando un rugido:
-¿Cómo te atreves a perturbar mi sueño, insignificante ratón? ¡Voy a comerte para que aprendáis la lección!-
El ratón, que estaba tan asustado que no podía moverse, le dijo temblando:
- Por favor no me mates, león. Yo no quería molestarte. Si me dejas te estaré eternamente agradecido. Déjame marchar, porque puede que algún día me necesites –
- ¡Ja, ja, ja! – se rió el león mirándole - Un ser tan diminuto como tú, ¿de qué forma va a ayudarme? ¡No me hagas reír!.
Pero el ratón insistió una y otra vez, hasta que el león, conmovido por su tamaño y su valentía, le dejó marchar.
Unos días después, mientras el ratón paseaba por el bosque, oyó unos terribles rugidos que hacían temblar las hojas de los árboles.
Rápidamente corrió hacia lugar de donde provenía el sonido, y se encontró allí al león, que había quedado atrapado en una robusta red. El ratón, decidido a pagar su deuda, le dijo:
- No te preocupes, yo te salvaré.
Y el león, sin pensarlo le contestó:
- Pero cómo, si eres tan pequeño para tanto esfuerzo.
El ratón empezó entonces a roer la cuerda de la red donde estaba atrapado el león, y el león pudo salvarse. El ratón le dijo:
- Días atrás, te burlaste de mí pensando que nada podría hacer por ti en agradecimiento. Ahora es bueno que sepas que los pequeños ratones somos agradecidos y cumplidos.
El león no tuvo palabras para agradecer al pequeño ratón. Desde este día, los dos fueron amigos para siempre.

GATO CON BOTAS

El padre antes de morir les dijo así:
–“Hijos míos, quiero dejarles lo poco que tengo antes de morir”, les dijo. Al hijo mayor le tocó el molino, que era el sustento de la familia. Al mediano le dejó al burro que se encargaba de acarrear el grano y transportar la harina,mientras que al más

pequeño le dejó el gato que no hacía más que cazar ratones. Dicho esto, el padre murió. El hijo más joven estaba triste e inconforme con la herencia que había recibido. –“Yo soy el que peor ha salido ¿Para qué me puede servir este gato?”, – pensaba en voz alta.El gato que lo había escuchado, decidió hacer todo lo que estuviese a su alcance para ayudar a su nuevo amo. – “No te preocupes joven amo, si me das un bolso y un par de botas podremos salir a recorrer el mundo y verás cuántas riquezas conseguiremos juntos”.
El joven no tenía muchas esperanzas con las promesas del gato, pero tampoco tenía nada que perder. Si se quedaba en aquella casa moriría de hambre o tendría que depender de sus hermanos, así que le dio lo que pedía y se fueron a recorrer el mundo.Caminaron y caminaron durante días hasta que llegaron a un reino lejano. El gato con botas había escuchado que al rey de aquel país le gustaba comer perdices, pero como eran tan escurridizas se hacían casi imposibles de conseguir. Mientras que el joven amo descansaba bajo la sombra de un árbol, el gato abrió su bolsa, esparció algunos granos que le quedaban sobre ella y se escondió a esperar.
  
Llevaba un rato acechando cuando aparecieron un grupo de perdices, que encontraron el grano y se fueron metiendo una a una en el saco para comérselo. Cuando ya había suficientes, el gato jalo de la cuerda que se encontraba oculta, cerrando el saco y dejando atrapadas a las perdices.
 Luego se echó el saco al hombro y se dirigió al palacio para entregárselas al rey.Cuando se presentó ante el rey le dijo: – “Mi rey, el Marqués de Carabás le envía este obsequio. (Este fue el nombre que se le ocurrió darle a su amo)”. El rey complacido aceptó aquella oferta y le pidió que le agradeciera a su señor. Pasaron los días y el gato seguía mandándole regalos al rey, siempre de parte de su amo.Un día el gato se enteró de que el rey iba a pasear con su hermosa hija cerca de la ribera del río y tuvo una idea. Le dijo a su amo: – “Si me sigues la corriente podrás hacer una fortuna, solo quítate la ropa y métete al río”.
Así lo hizo el hijo del molinero
hasta que escuchó a su gato gritando: – “¡Socorro! ¡Auxilio! ¡Se ahoga el Marqués de Carabás! ¡Le han robado sus ropas!”.
El rey atraído por los gritos se acercó a ver qué pasaba. Al ver que se trataba del Marqués que tantos obsequios le había enviado, lo envolvió en ropas delicadas y lo subió en su carruaje para que les acompañara en el paseo.


El astuto gato se adelantó a la comitiva real y se dirigió a las tierras de un temido ogro, donde se encontraban trabajando unos campesinos. Los amenazó diciéndoles: – “Cuando el rey pase por aquí y les pregunte de quién son estas tierras, deberán responder que pertenecen al Marqués de Carabás, sino morirán”.
El gato con botas que se sentía muy complacido con su plan, se dirigió luego al castillo del ogro, pensando en reclamarlo para su amo. Ya había escuchado todo lo que el ogro podía hacer y lo mucho que le gustaba que lo adularan. Así que se anunció ante él con el pretexto de haber viajado hasta allí para presentarle sus respetos.
Cuando estuvo solo con el ogro, el gato le dijo: – “Me han dicho que es capaz de convertirse en cualquier clase de animal, como por ejemplo un elefante o un león”.
– “Es cierto”, – contestó el ogro muy halagado y se transformó de inmediato en un rugiente león para demostrarlo. lo que el gato contestó: – “¡Sorprendente! ¡Ha sido increíble! Pero me impresionaría más si pudieras transformarte en algo tan pequeñito como un ratón. Eso debe ser imposible, incluso para un ogro tan poderoso como tú”.Fue así como el gato reclamó aquel palacio y las tierras circundantes para el recién nombrado Marques de Carabás, su joven amo. Allí recibió al rey, que impresionado ante el lujo y la majestuosidad del castillo, le propuso de inmediato la mano de su hija en matrimonio. El hijo del molinero aceptó y luego de que el rey murió gobernó aquellas tierras, al lado de el gato con botas a quien nombró primer ministro.
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CAPERUCITA ROJA


Érase una vez una niña que era muy querida por su abuelita, a la que visitaba con frecuencia aunque vivía al otro lado del bosque. Su madre que sabía coser muy bien le había hecha una bonita caperuza roja que la niña nunca se quitaba, por lo que todos la llamaban Caperucita roja.Una tarde la madre la mandó a casa de la abuelita que se encontraba muy enferma, para que le llevara unos pasteles recién horneados, una cesta de pan y mantequilla.
– “Caperucita anda a ver cómo sigue tu abuelita y llévale esta cesta que le he preparado”, –le dijo. Además le advirtió: –“No te apartes del camino ni hables con extraños, que puede ser peligroso”Caperucita que siempre era obediente asintió y le contestó a su mamá: – “No te preocupes que tendré cuidado”. Tomó la cesta, se despidió cariñosamente y emprendió el camino hacia casa de su abuelita, cantando y bailando como acostumbraba.No había llegado demasiado lejos cuando se encontró con un lobo que le preguntó: – “Caperucita, caperucita ¿a dónde vas con tantas prisas?”


Caperucita lo miró y pensó en lo que le había pedido su mamá antes de salir, pero como no sintió temor alguno le contestó sin recelo. – “A casa de mi abuelita, que está muy enfermita”.A lo que el lobo replicó: – “¿Y dónde vive tu abuelita?”.
– “Más allá de donde termina el bosque, en un claro rodeado de grandes robles”. – Respondió Caperucita sin sospechar que ya el lobo se deleitaba pensando en lo bien que sabría. El lobo que ya había decidido comerse a Caperucita, pensó que era mejor si primero tomaba a la abuelita como aperitivo. – “No debe estar tan jugosa y tierna, pero igual servirá”, – se dijo mientras ideaba un plan.Mientras acompañaba a esta por el camino, astutamente le sugirió: – “¿Sabes qué haría realmente feliz a tu abuelita? Si les llevas algunas de las flores que crecen en el bosque”.
Caperucita también pensó que era una buena idea pero recordó nuevamente las palabras de su mamá. – “Es que mi mamá me dijo que no me apartara del camino”. A lo que el lobo le contestó: – “¿Ves ese camino que está a lo lejos? Es un atajo con el que llegarás más rápido a casa de tu abuelita”,Sin imaginar que el lobo la había engañado, esta aceptó y se despidió de él.
El lobo sin perder tiempo alguno se dirigió a la casa de la abuela, a la que engañó haciéndole creer que era su nieta Caperucita. Luego de devorar a la abuela se puso su gorro, su camisón y se metió en la cama a esperar a que llegase el plato principal de su comida.

A los pocos minutos llegó Caperucita roja, quien alegremente llamó a la puerta y al ver que nadie respondía entró.La niña se acercó lentamente a la cama, donde se encontraba tumbada su abuelita con un aspecto irreconocible.
– “Abuelita, que ojos más grandes tienes”, – dijo con extrañeza.
– “Son para verte mejor”, – dijo el lobo imitando con mucho esfuerzo la voz de la abuelita.
– “Abuelita, pero que orejas tan grandes tienes” – dijo Caperucita aún sin entender por qué su abuela lucía tan cambiada.
– “Son para oírte mejor”, – volvió a decir el lobo.
– “Y que boca tan grande tienes”.
– “Para comerte mejooooooooor”, –chilló el lobo que diciendo esto se abalanzó sobre Caperucita, a quien se comió de un solo bocado, igual que había hecho antes con la abuelita.En el momento en que esto sucedía pasaba un cazador cerca de allí, que oyó lo que parecía ser el grito de una niña pequeña. Le tomó algunos minutos llegar hasta la cabaña, en la que para su sorpresa encontró al lobo durmiendo una siesta, con la panza enorme de lo harto que estaba.El cazador dudó si disparar al malvado lobo con su escopeta, pero luego pensó que era mejor usar su cuchillo de caza y abrir su panza, para ver a quién se había comido el bribón. Y así fue como con tan solo dos cortes logró sacar a Caperucita y a su abuelita, quienes aún estaban vivas en el interior del lobo.Entre todos decidieron darle un escarmiento al lobo, por lo que le llenaron la barriga de piedras y luego la volvieron a coser. Al despertarse este sintió una terrible sed y lo que pensó que había sido una mala digestión. Con mucho trabajo llegó al arroyo más cercano y cuando se acercó a la orilla, se tambaleó y cayó al agua, donde se ahogó por el peso de las piedras.Caperucita roja aprendió la lección y pidió perdón a su madre por desobedecerla. En lo adelante nunca más volvería a conversar con extraños o a entretenerse en el bosque.
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CAPERUCITA ROJA

SOLDADITO DE PLOMO


El día de su cumpleaños, nuestro amiguito había recibido como regalo de sus padres una caja misteriosa. Lleno de curiosidad, el niño abrió la caja y descubrió en su interior quince soldaditos de plomo idénticos. Con un porte elegante, fusil al hombro, pantalones azules y gorra roja, los quince soldaditos habían nacido de una vieja cuchara de plomo fundida.El niño aplaudió con gran alegría al ver sus nuevos juguetes, y sin perder un segundo los sacó de la caja y los colocó en fila para comenzar a jugar. Sin embargo, el último de los soldaditos no era igual que el resto, pues como el plomo de la cuchara no había sido suficiente le faltaba una pierna al desdichado. Aun así, el soldadito se mantenía firme igual que sus hermanos, y una vez que fue colocado junto al resto de los juguetes en la alacena, pudo comprobar un hermoso castillo de papel que se alzaba frente a él.
Aquel castillo era realmente deslumbrante, tenía grandes ventanas y puertas doradas, y en su interior, lo más sorprendente era una pequeña muñeca que se encontraba con los brazos en alto y una pierna recogida hacia arriba como suelen hacer las bailarinas. Al verla, el soldadito quedó completamente enamorado, y como pensó que a ella también le faltaba una pierna, decidió tomarla por esposa cuanto antes.
“He encontrado la persona perfecta para mí, y encima tiene un castillo donde podremos vivir juntos”, así pensaba el soldadito de plomo mientras contemplaba la belleza de su amada.Resulta que entre los juguetes, existía además un feo payaso de plástico que no soportaba el amor que se tenían la muñeca y soldadito. A la mañana siguiente, el niño regresó a la alacena para jugar como de costumbre, pero a la hora del almuerzo, abandonó al soldadito de plomo en el borde de la ventana, y entonces, el payaso malvado aprovechó para empujar al pobre hacia la calle. Desde una gran altura, el soldadito cayó sin remedio hasta caer en el justo medio de la calle, con riesgo de que algún automóvil pasara a toda velocidad y lo aplastara.Cuando el niño notó la ausencia del soldadito, bajó hasta la calle para encontrarlo, pero la suerte no estuvo de su lado, y aunque buscó y buscó por largo tiempo,jamás pudo encontrar a su juguete que permanecía abandonado y triste en el pavimento.Al caer la tarde, el cielo tomó un color gris, y unos cuantos segundos después, comenzó a llover tan fuerte que las calles se llenaron de agua, y fue entonces cuando el soldadito fue arrastrado por la corriente hasta alejarse de la casa y de su amada, la muñeca bailarina.El agua de lluvia caprichosa deslizó al soldadito calle abajo, pero este apenas se movía mientras contemplaba el cielo gris sobre su cabeza.Al rato, el agua se adentró por una alcantarilla oscura y horrorosa, y con ella, también el soldadito. “Cómo quisiera regresar a casa y contemplar la belleza de mi amada”, pensaba nuestro amigo mientras la corriente de agua impulsaba su menudo cuerpecito de plomo por tuberías estrechas y oscuras.
Durante algún tiempo anduvo el soldadito navegando por las alcantarillas cuando de pronto, sintió un temible sonido. La tubería por donde navegaba estaba llegando a su fin, y el agua se abalanzaba a toda velocidad hacia un inmenso canal. Sin más remedio que dejarse llevar, el soldadito fue abalanzado con fuerza hacia el exterior de la alcantarilla, y justo antes de caer en el estanque, un enorme pez saltó desde las profundidades y se lo tragó de un solo bocado.
Allí, en el estómago de aquel pez, el soldadito de plomo permaneció durante varios días, y como todo era tan oscuro, no hacía otra cosa que pensar en su querida muñeca y en sus ganas de regresar a casa. Finalmente, una buena tarde, el pez comenzó a moverse bruscamente, luego quedó inmóvil y cuando pudo notarlo.
El soldadito fue capaz de ver nuevamente la luz. Unos pescadores se habían hecho con el pez y lo habían vendido a una sirvienta. Al llegar a casa, la señora lo abrió con un cuchillo y cuál fue su sorpresa cuando, sin poder imaginarlo, encontró dentro al querido soldadito de plomo.Rápidamente, la sirvienta salió de la cocina y se dirigió al comedor donde aguardaban los dueños de la casa, y ¿Saben qué? Aquellas personas no eran otras que los padres del niño, y el propio niño que no pudo contener su emoción al ver que su juguete perdido había regresado milagrosamente a casa. El soldadito también se emocionó, pues su deseo se había hecho realidad. “Por fin, he regresado” – gritaba con emoción para sus adentros – “Dentro de poco podré estar nuevamente junto a mi adorada muñeca”.Y así mismo sucedió. El niño colocó al soldadito en la alacena junto al castillo de papel, y desde una de las ventanas, unos ojos bañados en lágrimas lo contemplaban.

Era la muñeca bailarina llena de alegría al ver como su amado regresaba junto a ella. Desde entonces, el payaso malvado no volvió a entrometerse con la pareja de enamorados, y el amor, triunfó una vez más por encima del mal.
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SOLDADITO DE PLOMO

martes, 31 de julio de 2018

puquio y sus tradiciones que lo llevan re valorando sus hijos

miércoles, 13 de junio de 2018

RELACIÓN DE BLOG



PROGRAMA IDIOMAS – INGLÉS III

ATOCCSA ORTIZ, SHIRLEY MEDALITH
https://missshirley21.blogspot.com
CCOYLLO LEDESMA, CARMEN
CULE SALCEDO, FLOR DE MARIA
FERNANDEZ HUAMANI, MARELYN SOLANGIE
LEON CCOYLLO, WENDI LEYDY
LLOSA GUTIERREZ, ROSMERY
MAMANI GARRIAZO, GIANINA PAOLA
https://misspaola04.blogspot.com
MARCA GARRIAZO, FATIMA
PANUERA CORONADO, EMILIN ELVIRA
QUISPE HUAMANI, BENJAMIN JHONATAN
QUISPE JURADO, GABY
RAMOS AGUILAR, ZENON
RIVERA PUMAYLLE, KEVIN STING
ROMAN PUMACHAHUA, BETZABE DANIA
ROMERO HUAMANI FERNANDO
SOLIS YARIHUAMAN, CLENY ROXANA
SOSAYA AYQUIPA, BETHSABE ALIDA



miércoles, 6 de junio de 2018

el zorro y el condor

El zorro y el cóndor
Había una vez un zorro y un cóndor, estos se hicieron compadres, el zorro se llamaba Antonio y el cóndor se llamaba Malku, de tal modo que eran amigos y compadres.
Entonces el zorro le había dicho:
- Compadre hagamos una apuesta - ¿Qué apuesta podemos hacer? - Le contesto el cóndor.
Allá en la punta del cerro, en la punta nevada, haber si tú y yo vamos a aguantar. - Si tú mueres yo te voy a comer, si yo muero luego tú me vas a comer,
- ¡ah! ¿sí? Dijo el zorro.
- ¡ah! ¿sí? Dijo el zorro.
- ¡ah, ah, ah! Está bien, le dijo el cóndor
Luego una noche salieron los dos, allá en la punta nevada mientras aguantaban...
- Compadre le dijo:
- Antonio respondió ¡chulululu!
Después de mucho rato... ¡¡Mallkuuu!! dijo el zorro, el cóndor le respondió - ¡Kuuuuuuuu!
Más adelante le volvió a decir:
- Antoniooooo, y respondió ¡ chulululu!
Cada vez más respondía debilmente
Entonces ¡Mallkuuuu! le grito Antonio, y el cóndor todavía se encontraba en buenas condiciones y respondía con energía
Antonio le grito al cóndor nuevamente y el zorro contesto... ¡chulululu!
Ya escuchaba muy poco, ya estaba amaneciendo, cada vez hacía más frío, estaba congelado y estaba haciéndose de día.
Finalmente Antonio había muerto. Así el cóndor había ganado la apuesta, tenía que comer a su compadre.
Sobrevoló los cerros y luego encontró a su compadre todo congelado y muerto. Le rompió el estómago, se lo comió bien comido. Sobrevoló nuevamente y después se fue a dormir, una vez comido a su compadre zorro.


- Fin...  
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el zorro y el cóndor

miércoles, 2 de mayo de 2018

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mi ayacucho y su tradición artesanal

La tradición artesanal de Ayacucho


La tradición artesanal de Ayacucho tiene sus orígenes en la época prehispánica y ha sido siempre una labor de especialistas. Durante los Wari o los Incas los artesanos estaban sujetos al Estado y su trabajo era orientado a objetos suntuarios y distintivos de nobleza. Con la llegada de los españoles y la funda-ción de Huamanga, la labor artesanal ganó autonomía del Estado y se enriqueció de las técnicas, formas y géneros de la tradición hispana. Para la edificación de las iglesias y casas coloniales, desfilaron por Huamanga numerosos artistas europeos que emplearon la mano de obra indígena, produciéndose un mestizaje cultural como lo evidencian los retablos "San Marcos", el tallado en "piedra de Huamanga" y las tablas de Sarhua.
Los retabl
os El retablo tiene su origen en el "cajón de santo" europeo de uso doméstico y ambulatorio. Fueron introducidos durante la colonia junto a capillas de santeros, altares portátiles y cajas de imagineros. En el Perú este objeto adquirió la particularidad de tener como figura central a San Marcos, pero también asimiló elementos del mundo andino, como el cóndor. El retablo "San Marcos" es portátil y su demanda principal proviene de las zonas rurales, pues está vinculado a los ritos de fertilidad de la vida agrícola y ganadera. Se trata, por eso, de un objeto religioso y mágico al mismo tiempo.
Por lo general, los "San Marcos" consisten en una urna de madera pintada de blanco y con dibujos florales. El interior está dividido en dos pisos que representan el mundo de arriba y el mundo de abajo del imaginario andino. El piso superior está compuesto por santos patronos de los animales que varían entre los seis y siete. El piso inferior representa "Las Pasiones" que son escenas de hacendados y campesinos donde se cuenta el ganado. Los dos niveles están divididos por la figurara de un cóndor que extiende sus alas.
Los retablos "San Marcos" empezaron a conocerse a mediados de 1940 en colecciones privadas, como la de Celia Bustamente, y gracias a la labor de promoción efectuada por ella y su hermana Alicia, en todo lo cual contaron con el sostén de José María Arguedas. Los "San Marcos" empezaron a tener de-manda del público urbano y de turistas extranjeros, por lo cual a los temas religiosos se incorporaron asuntos de la vida cotidiana y festiva. En la parte inferior donde iba "Las pasiones" empezó a representarse escenas cotidianas de la vida agrícola y urbana: siembra, cosecha, herranza, quilla, matrimonios, bautizos, construcción de casas, e inclusive se tomaron motivos históricos como la batalla de Ayacucho o escenas de la guerra con Chile. Los especialistas llaman retablo "San Marcos" a los que guardan las formas e imágenes religiosas y sirven para la herranza del ganado, mientras que los que representan escenas costumbristas para un público más urbano y turistas recibe sólo el nombre de retablo.
La confección de retablos es realizada por artesanos que aprenden el oficio de una generación a otra. Se trata de familias enteras dedicadas por tradición a estos trabajos. Es el caso de Joaquín López Antay, artesano que aprendió sus destrezas de su abuela Manuela Momediano. En Ayacucho existen artesanos muy reconocidos como Julio y Jesús Urbina, Ignacio y Mardonio López Quispe, Felícitas Núñez, Florentino Jiménez Tomo y sus hijos Nicario, Odón, Claudio y Edilberto, Heraclio Núñez, Jesús Palomino, Ángel Castro, Pompeyo Huamán, Teodoro Chuchón, Augusto Poma Rojas, Juan de Dios Mujica y Teodoro Atme, entre otros.
Gracias a su revalorización, los retablos están presentes en la actualidad en exposiciones internacionales, museos, galerías y colecciones privadas. De hecho, los retablos constituyen uno de los aportes significativos dela cultura ayacuchana a la nacional, porque en más de una ocasión, el país entero ha sido bien representado por un retablo.
Don Joaquín López 
Antay 
Nació en la ciudad de Huamanga en 1897. Su padre se llamaba Mariano López y se dedicaba a la confección de baúles. Estudió hasta el tercer grado de primaria y desde la edad de quince años recibió las enseñanzas de su abuela Manuela Momediano quien tenía un taller donde confeccionaban retablos, cruces, santos y máscaras. Por su abuela, estaba emparentado con una familia tradicional de artesanos. En el taller aprendió a trabajar no sólo la madera, sino también la hojalata y otros materiales. El taller funcionaba, además, como tienda y aprendió que los objetos que hacían guardaban relación con las festividades y rituales campesinos. De la abuela heredó sus primeros instrumentos de trabajo como el batán y los moldes.
A la edad de veinticinco años conoció a Jesusa Quispe Gutiérrez con quien se casó en 1925. Fue entonces que se independizó del taller de su abuela y abrió el suyo. Al principio, cuenta don Joaquín, le fue difícil hacerse de clientes y su esposa ayudaba vendiendo naranjas en el mercado. Sin embargo, la fama de don Joaquín fue creciendo hasta convertirse en el artesano más solicitado de Huamanga. En la década de 1950 la pintora y coleccionista Celia Bustamante conoció a don Joaquín y le sugirió que tomara motivos costumbristas de la vida local, además del religioso. Es así como empieza a incluir en la división inferior del "San Marcos" escenas festivas y de la vida agrícola. Por esos años también conoció a José María Arguedas, de quien sería amigo personal. En es entonces, Arguedas estaba casado con celia, quien junto a su hermana Alicia, eran grandes promotoras de la cultura andina en la capital y animaban la peña Pancho Fierro, donde circulaban todos los intelectuales limeños con sensibilidad hacia lo indígena y provinciano. Arguedas apreció su trabajo, escribió y difundió sobre el arte del retablo de don Joaquín. A él se debe su fama en Lima y los medios urbanos.
Don Joaquín fue toda una personalidad en Huamanga. El respeto que los vecinos de Huamanga le tenían lo convirtió en una autoridad paternal de muchas parejas jóvenes que pedían su consejo y su bendición. Una anécdota cuenta que en una ocasión don Joaquín, debido a su edad, se negó a apadrinar una boda, los padres de la novia suspendieron el enlace diciendo que "si no es padrino don Joaquín, no se realiza el matrimonio". Ante esta situación tuvo que aceptar el apadrinamiento.
Su hijo Mardonio se hizo ingeniero agrónomo, pero con el tiempo dejó su pro-fesión para dedicarse a la confección de retablos como su padre. Su hijo Ignacio también se dedica a este arte en Lima. La larga labor de Joaquín López Antay mereció que en 1975 el Instituto Nacional de Cultura le otorgara el Premio Nacional de Arte. Era el gobierno militar de Juan Velasco Alvarado y se produjo una controversia sobre el arte de los retablos y el significado político de la premiación. Pero el consenso nacional fue que el premio a Don Joaquín era una revalorización del arte popular.
Don Joaquín López Antaya dejó de existir en 1981. El Museo de Arte Popular de Huamanga ha sido bautizado con su nombre para perennizar su memoria.
Hojalaterí
aLa hojalatería fue una de las artesanías más significativas de Huamanga colo-nial y logró mantener esa posición a lo largo del siglo XIX y una buena parte del siglo XX. Sin embargo, a partir de 1950 fue declinando su importancia debido a la generalización del plástico y de los productos electro domésticos, que modificaron los hábitos de consumo de la población. Así, a comienzos de siglo XXI la población consume una serie de productos que ni imagina que hasta ayer nomás eran de hojalata.
Antes del plástico, una serie grande de productos manufacturados se hacían de hojalata. Por ejemplo: baldes, tinas, peroles, jarras, vasos, regaderas, candelabros etc. Era una producción utilitaria que tenía gran salida. Además, eran épocas de dificultades del transporte que obligaban a cada ciudad a producir lo necesario en este terreno. Por ello, hubo muchos hojalateros en Huamanga y tuvieron un mercado floreciente hasta mediados del siglo XX.
En los últimos años de predominio de esta hojalatería utilitaria ya había comenzado alguna variedad que se movía hacia la decoración. El gran maestro Antonio Prada fabricó candelabros en vez de baldes y empezó a salir de la crisis. Asimismo, el maestro Teófilo Araujo construía cruces que adornaban las iglesias. En fecha tan temprana como 1960, Araujo hizo una cruz de la pasión que fue colocada en el techo de la iglesia del barrio indígena de San Jacinto en Espite. A partir de entonces, los comuneros empezaron a contratarlo para un nuevo tipo de hojalatería que estaba naciendo: la artística.
Pocos han sobrevivido a las nuevas condiciones del mercado. Ha desaparecido la antigua fortaleza del gremio de hojalateros de Huamanga y nunca volverá. Pero, hay nuevos aportes y formas ya características de la hojalatería ayacuchana de esta nueva etapa. Entre estas nuevas formas simbólicas destaca el candelabro pintado, dialogando visualmente con los retablos. Asimismo, hay algunos talleres prósperos que viraron al arte hace décadas y que ha estas al-turas han acumulado, tanto capacidad productiva, como motivos e imaginería capaz de fascinar al mundo entero desde Ayacucho.
La piedra de Huama
nga 
La escultura en piedra fue traída por los españoles al Perú y encontró en Huamanga un alabastro local que ha dado lugar a una tradición de artistas que la usan como medio de expresión de contenido religioso y regional. Por lo menos desde 1586 se sabe del uso de yacimientos de piedra de Huamanga para labores de decoración de la arquitectura colonial en fachadas y ventanas de iglesias y casonas, así como en pilas y lavatorios bautismales. En las primeras ca-sas construidas se observa motivos de origen andino como serpientes y pumas incorporados a columnas y capiteles, debidos seguramente a la mano de obra india. Así, formas y estructuras arquitectónicas europeas fueron utilizadas para expresar imágenes andinas.
El salto importante del tallado en piedra fue, sin embargo, a la fabricación de las "pequeñas esculturas", cuyo origen estaría en la actividad de talladores e imagineros de origen europeo. Al principio habrían tenido motivos religiosos e hispanos, pero el entorno geográfico y cultural habría sido rápidamente incor-porado. La escultura más antigua que se conoce es un pequeño relieve en piedra blanca que representa a Cristo y un grupo de santos. La función religiosa de las esculturas dio pie a una producción en serie destinada a iglesias y conventos, imágenes de bulto, cruces y retablos destinado al culto eclesiástico y privado. Si bien la mayoría de piezas conservadas corresponden al siglo XVIII, se sabe que a inicios del siglo anterior la piedra de Huamanga ya era muy apreciada. Así los señala el cronista del siglo XVII Bernabé Cobo, quien dice que las tallas eran "estimadas dondequiera que las llevan".
La demanda de estas esculturas para las numerosas iglesias y conventos de Huamanga hizo que floreciera un grupo importante de artistas, algunos de los cuales fueron a trabajar a Lima; es el caso de Pedro Cervantes que se estable-ció en San Pedro de Mama en la sierra de Lima, para luego pasar a laborar a la capital donde también era muy solicitada la escultura en piedra. En 1654 Cervantes declaró en su testamento ser natural de Huamanga y que había escul-pido las imágenes de Santiago y San Jerónimo para la iglesia de San Bartolomé en la actual Matucana.
En Huamanga los artesanos de la talla de piedra se concentraron en el barrio de Carmen Alto. Su punto más alto de desarrollo fue el siglo XVIII, cuando diversos maestros dirigieron una considerable cantidad de oficiales y aprendices. La producción de estos objetos traspasó las fronteras nacionales, llegando a Quito (Ecuador), Salta (Argentina) y Santiago (Chile). Existen registros de aduanas y testimonios que permiten comprobar que la piedra de Huamanga era muy apreciada como producto típico del Perú al final de la era colonial.
En la época republicana la escultura de Huamanga tuvo nuevas funciones como elemento de adorno doméstico, influenciado por el arte decorativo europeo, y por supuesto tomó motivos patrióticos. La piedra de Huamanga también sería utilizada en la construcción de monumentos y esculturas en los espacios públicos. En Ayacucho el prefecto Manuel Tello mandó a construir en 1852 una pila monumental y conmemorativa en la plaza principal de la ciudad. La obra fue realizada por escultores locales, según el viajero Clements R. Markham, por "escultores indios sin guía o asistencia alguna".
En la segunda mitad del siglo XIX se observa la apertura de los artistas locales a la influencia de escuelas y modelos italianos y europeos, con el fin de adap-tarse a los gustos de las elites limeñas y señoriales del interior. Era la época del guano y las grandes importaciones de mármoles italianos. De ella proviene la escultura el Rapto de Europa que emula la figura de una mujer que viaja so-bre un cuadrúpedo. Los artistas locales comenzaron entonces a llamar "mármol" al alabastro de la región. En este arte sobresalieron los artistas huamanguinos Buenaventura Rojas, Juan Berrocal y Luis Medina. Otro tallador ayacu-chano de esos años, Gaspar Ricardo Suárez, llegó a recibir apoyo del gobierno en 1860 para viajar a Europa y seguir estudios de escultura. En París presentó en 1867 un grupo en yeso titulado "La defensa de la patria", con motivo de una exposición internacional. De regreso a Lima en 1877 hizo carrera como escultor hasta inicios del siglo XX.
En el siglo XX la tradición escultórica de Huamanga se resintió ante la introducción de productos industriales vía la nueva carretera que lo conectaba a Lima. En 1934 los escultores habían disminuido a once, y en 1961, se conocía sólo a seis. Una manera de enfrentar los cambios fue la confección de lápidas mortuo-rias. En contraparte, los gobiernos locales y el Estado han realizado labores de promoción de la escultura en piedra a través de ferias, concursos y exposiciones nacionales. Como parte de estas acciones se formó la Escuela Regional de Bellas Artes. En general, las esculturas han perdido la calidad artística de su época de auge y se venden como recuerdos al público limeño y extranjero, siendo sus representaciones: iglesias en miniatura, monumentos de la pampa de la Quinua y otros.
Tablas de Sar
huaLa tradicional tabla pintada de Sarhua, capital de un distrito de la provincia de Víctor Fajardo, tiene orígenes muy antiguos y está asociado tanto a elementos occidentales como a la rica práctica pictórica prehispánica. Sarhua era un pueblo casi desconocido debido a su aislamiento geográfico (sólo se podía llegar a pie luego de varios días) hasta que José María Arguedas difundió en Lima las tablas como parte de las manifestaciones pictóricas de la cultura indígena. Las tablas pintadas se entregaban en días festivos o rituales, como en ocasión de un techado de casa. Era parte de la estructura de la vivienda porque se coloca-ba adosado a la viga madre que sostenía el techo. Tenían, asimismo, un valor espiritual porque era pintada por un familiar o el compadre (o por su encargo). Estas primeras tablas tenían motivos genealógicos. Se retrataba a la familia del propietario y sus antepasados familiares, presididos por los santos. Es una fa-milia y su genealogía, por ello está asociada a la casa y corresponde a una de las vigas de la nueva vivienda.
Parte importante de los motivos de las tablas es la sanción de la violación de las costumbres de la comunidad; es decir, tiene un carácter pedagógico. El hecho que las tablas fueran encargadas con ocasión de un matrimonio, indica su aspecto mágico por el cual bendice el hogar que instruye. En cierto sentido, lo que se ejerce en las tablas es una práctica de autorepresentación de la comunidad de Sarhua.
En la década de 1970 los migrantes de Sarhua en Lima se asociaron bajo estímulo del antropólogo ayacuchano Salvador Palomino Flores y retomaron la tradición de pintar tablas. En 1975 inauguraron una exposición titulada: "las tablas pintadas de Sarhua". Ante la demanda del público, empezó la produc-ción en serie de tablas con temas relacionadas a las costumbres, fiestas y actividades agrícolas de la comunidad; esta producción masiva estaba orientada al mercado urbano. Otra línea de tablas se hacía para exposiciones artesanales y eran más creativas y esmeradas en los detalles; aquí los temas estaban relacionados con los mitos y el calendario festivo.
Cuando se produjeron los hechos de violencia de Sendero Luminoso y el ejército, la población de Sarhua se vio fuertemente afectada, a tal nivel que optaron por el desplazamiento hacia Lima y otras ciudades. Obviamente, los artesanos representaron en las tablas la memoria y percepción de aquellos tiempos violentos.
Las imágenes de las tablas han sido estudiadas, entre otros, por Moisés Lemlij quien señala que los temas principales representados en las pinturas son la genealogía, el universo familiar y el santo patrón. La genealogía está relacionada al ciclo vital y, entre ellos, el agrícola; corresponde a este tópico tablas como el de la "Creación del hombre" y el "Fin del mundo", de evidente vincula-ción con la prédica católica y las imágenes del evangelio. Sobre el universo familiar, los comuneros pintan su vida cotidiana en la comunidad y las costumbres festivas; no obstante, como la presencia de Sendero Luminoso fue devas-tadora para el pueblo, existen tablas como "Onkoy" que representan a los senderistas armados, con vestimentas distintas y otros elementos que los colocan en calidad de "extraños" a la comunidad. Otra tabla se llama "Sinchi" y es la representación de la acción de las fuerzas del orden cometiendo abusos y violaciones a hombres y mujeres de la comunidad. Por último, los "Maldecidos" es la representación del ingreso del ejército en la comunidad, de características similares a la anterior. Según Lemlij estas tres tablas simbolizan: la corrupción de Sendero Luminoso a la comunidad, la destrucción de ella y la expulsión del pueblo.

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miércoles, 11 de abril de 2018

mis recuerdos

Soy Fernando Romero tengo 18 años de edad estudio en el IESPPPUQUIO, estudio el programa de idiomas ingles, este es mi segundo año de estudios superiores, estoy en el III ciclo académico. Bueno tengo el dominio del idioma nativo del Perú que es el "QUECHUA" , puedo dominar fácilmente  el idioma inglés.
Bueno mi enteres de estudiar el idioma ingles para poder trabajar en educación básica regular, también para viajar a diferentes partes del mundo  también no puedo trabajar  siendo como docente  también como una guía turística en el Perú, también en nuestras zonas turísticas de nuestra región, como también en nuestra provincia de lucanas Puquio.
en el año 2017 tuve la oportunista de visitar a una institución básica regular como docente en formación, me di cuenta que  las instituciones son muy diferentes pero bueno solo me queda seguir preparándome para poder ganar mas experiencias en mi formación docente.